Después de más de dos años de uso prácticamente diario de mi modesta bici plegable que presenté en la entrada Candado para bici Rixow (comprado el 16/06/2017) había llegado el momento de cambiar las zapatas de freno.
Las que tenía estaban ya muy desgastadas y chirriaban muchísimo, lo cual resultaba bastante desesperante. Como no tengo mucha idea de estos accesorios para bicicleta eché un vistazo y pregunté a algunos conocidos que me recomendaron la marca Alhonga. No la había oído en mi vida, pero parece ser que es bastante conocida. Las busqué en Amazon y encontré enseguida unas que valían menos de 7€ (en febrero de 2020), así que las pedí.
La presentación de las zapatas es muy sencilla, en un blíster de cartón y plástico:
Se agradece que el blíster no es de los que hay que destruir, ya que soltando los pequeños remaches circulares solo tenemos que deslizar el cartón y accedemos al contenido:
Me ha sorprendido ver que la fabricación es taiwanesa, ya que con ese nombre pensaba que el fabricante era algo más occidental.
Sacamos las zapatas del blíster y vemos que son bastante sencillas, con una parte de goma y otra parte metálica donde van las arandelas y tornillo para fijarlas en la bicicleta:
En las fotos anteriores vemos que en el lateral de la zapata aparece el texto «WEAR LINE», o línea de desgaste, que indica cuándo es el momento de cambiarlas.
En la parte superior de la goma indica «FOR ALLOY» y «FOR ALUMINUM», ya que estas zapatas son válidas para llantas de aluminio y/o aleación:
Poco puedo añadir más que es un elemento tan sencillo como imprescindible en tu bicicleta.
No entiendo de este tipo de componentes, pero me dio la sensación de que la fabricación es muy buena y parecen sólidas y resistentes. Las instalé en la bici sin muchos problemas y desde hace meses llevan haciendo su papel sin problemas.