Ratón inalámbrico sin marca (recibido el 08/04/2020)

Durante los meses de confinamiento muchas personas nos vimos en la necesidad de seguir con nuestro trabajo a distancia. Para ello se hicieron indispensables los PCs, tablets, móviles y otros dispositivos. En mi caso, dispongo de un PC de sobremesa, que tiene su teclado y ratón inalámbricos y es cómodo para trabajar. También tengo un antiguo portátil que aún cumple su función, aunque se usa muy esporádicamente. Ya que en el confinamiento se hizo necesario el uso de los dos ordenadores a la vez, me di cuenta de lo incómodo que es trabajar en un portátil sin un teclado y ratón adecuados. Con el teclado me puedo apañar, pero usar el touchpad para trabajar se me hacía muy molesto.

Encontré una oferta de un ratón inalámbrico muy barato en uno de los canales de chollos de Telegram que he mencionado muchas veces el blog. El ratón en cuestión no tenía ni marca conocida, funcionaba a pilas y no tenía demasiada buena pinta, pero costaba 3,95€ (en abril de 2020), así que lo pedí.

Llegó en pocos días pese a estar confinados y no tenía ni siquiera una caja. Venía en una bolsa de plástico con burbujas y lo saqué y me encontré con esto:

Como se puede ver en la foto, tampoco tiene demasiada mala pinta. En las fotos que vie antes de pedirlo el plástico parecía peor acabado.

Salvando todas las distancias, intenta ser una copia del ratón que acompaña a los equipos Apple de sobremesa.

Aquí podemos verlo desde otro lado:

Aquí vemos con un poco más de detalle la rueda y el botón marcado con el texto «DPI»:

Le damos la vuelta y vemos la tapa de las pilas y el sensor óptico:

Abrimos la tapa y vemos que en el alojamiento de las pilas está su receptor USB:

Sacamos el receptor USB y vemos el hueco para las dos pilas AAA:

El receptor USB es muy pequeño y propietario de este ratón, así que si lo perdemos, nos quedamos sin ratón:

Introducimos las pilas en el compartimento y vemos que se ilumina el sensor óptico en color rojo:

Como puede verse en la foto anterior usé un par de pilas recargables del LIDL.

El ratón no necesita drivers y, con solo conectar el receptor al PC ya lo detecta. El funcionamiento es sorprendentemente bueno para tratarse de un ratón de este precio. La rueda y los botones funcionan bien y el desplazamiento del cursor es bueno. El alcance inalámbrico no es muy grande y, a un par de metros, ya empiezan las interferencias, pero es comprensible al tratarse de un dispositivo tan barato. La luz roja interna se ve en casi todo el ratón, ya que el plástico blanco con el que está hecho es translúcido, pero no es nada molesto.

Para el uso que yo le he estado dando, que es mejorar el trabajo con un ordenador portátil ha cumplido perfectamente y, después de varios meses de uso, sigue funcionando como el primer día. Además, el consumo de las pilas es muy comedido, ya que se apaga automáticamente cuando no hay actividad o no está encendido el PC. En unos 5 meses de uso no ha hecho falta cambiárselas pese a ser recargables, que siempre tienen un periodo de descarga más breve.

Lo recomendaría sin dudas para un uso esporádico y como ratón «de batalla» para tener un repuesto en caso de que falle nuestro ratón principal.

Destornillador eléctrico WOWSTICK TRY (regalo recibido el 10/03/2020)

En el pasado mes de marzo, antes de que empezara el confinamiento en España, mi hermano me regaló un dispositivo muy interesante. Es el destornillador eléctrico Wowstick Try.

El destornillador viene en una caja sencilla de color blanco con un diseño bastante cuidado:

En los distintos lados de la caja hay unos símbolos de color gris que nos recuerdan a los distintos tipos de puntas que puede llevar un destornillador eléctrico como este:

En otro de los laterales hay una pequeña descripción en varios idiomas, el código de barras y un código QR:

Abrimos la caja por uno de los laterales y vemos que en el interior hay otras dos pequeñas cajitas:

Sacamos las dos cajas y vemos que también hay un manual:

Como se ve en la foto anterior, una de las cajas contiene las puntas y está marcada como «ACCESORIES». La otra, que tiene el texto «HOME TOOLS» contiene el destornillador.

Vemos que en ambas cajas aparecen los mismos símbolos, que nos indican que la caja está hecha de cartón reciclado, que no usemos el destornillador bajo la lluvia y otras cosas y, sobre todo, que no dejemos usar el aparato a los niños:

El manual de instrucciones es un folleto desplegable bastante grande y que viene en varios idiomas:

Como decía, el manual está en varios idiomas y esta vez la versión en inglés parece bastante correcta.

Abrimos la primera caja, la de los accesorios y vemos esto:

Retiramos la bolsa de plástico y vemos que es un cilindro transparente en el cual se indican el tipo de puntas que contiene:

Como se puede ver en las fotos anteriores, lleva unas cuantas puntas que se salen de las habituales de estrella y planas. El espacio viene muy bien aprovechado y en el cilindro hay un montón de puntas bien organizadas.

Para sacar las puntas tiramos del tapón negro que está en uno de los extremos del cilindro y sale todo de una pieza:

Las puntas van alojadas de cuatro en cuatro como en diferentes plataformas y simplemente están fijadas a presión en una especie de alojamiento de goma:

Abrimos la otra cajita y vemos el destornillador dentro de una bolsa:

Lo sacamos de la bolsa y vemos que tiene un único botón negro alargado que permite atornillar y desatornillar pulsando en sus extremos:

El destornillador es algo más grande y grueso que un bolígrafo y tiene un tacto metálico mate que le da muy buen agarre. Es muy fácil de manejar y bastante cómodo.

Aquí vemos algo más de cerca el botón y también se aprecia la punta del destornillador, de color negro que es donde insertaremos las puntas:

Al lado del botón vemos que aparece el texto «WOWSTICK» y nos dice que es un destornillador de precisión. Lo de «Dual Power Mix» suena muy molón, pero en realidad quiere decir que lleva dos pilas:

Aquí vemos la punta del destornillador, que tiene la clásica oquedad hexagonal para insertar la punta con la que vayamos a trabajar:

En esta foto se aprecia que, dentro de la oquedad hexagonal, hay un imán, que hace que la punta que estamos usando se mantenga fija en su sitio:

Por la parte trasera del destornillador hay una tapa que va enroscada y que tiene una ranura para permitir su cierre y apertura con una moneda, una llave, etc:

Desenroscamos la tapa y vemos el compartimento para las pilas:

Esta es la tapa de las pilas, que lleva un pequeño muelle que a la vez es el contacto eléctrico:

En el extremo del destornillador que aloja la tapa vemos un dibujo que nos indica que funciona con dos pilas tipo AAA:

Como complemento al regalo había también una funda de tela:

La funda es muy práctica, ya que tiene dos bolsillos, así que permite guardar en uno el cilindro con las puntas y en el otro el propio destornillador:

Para empezar a usarlo le puse un par de pilas recargables y estuve haciendo pruebas. Con un uso moderado las pilas duran varios meses.

Hay que tener en cuenta que es para trabajos de precisión y no se puede forzar mucho, ya que las puntas son pequeñas. Pese a ello, funciona muy bien y el pequeño motor tiene bastante fuerza.

Lo he usado para hacer pequeñas reparaciones en dispositivos electrónicos y estoy muy satisfecho con él, así que lo recomendaría sin duda.

Zapatas de freno de bicicleta ALHONGA (recibidas el 25/02/2020)

Después de más de dos años de uso prácticamente diario de mi modesta bici plegable que presenté en la entrada Candado para bici Rixow (comprado el 16/06/2017) había llegado el momento de cambiar las zapatas de freno.

Las que tenía estaban ya muy desgastadas y chirriaban muchísimo, lo cual resultaba bastante desesperante. Como no tengo mucha idea de estos accesorios para bicicleta eché un vistazo y pregunté a algunos conocidos que me recomendaron la marca Alhonga. No la había oído en mi vida, pero parece ser que es bastante conocida. Las busqué en Amazon y encontré enseguida unas que valían menos de 7€ (en febrero de 2020), así que las pedí.

La presentación de las zapatas es muy sencilla, en un blíster de cartón y plástico:

Se agradece que el blíster no es de los que hay que destruir, ya que soltando los pequeños remaches circulares solo tenemos que deslizar el cartón y accedemos al contenido:

Me ha sorprendido ver que la fabricación es taiwanesa, ya que con ese nombre pensaba que el fabricante era algo más occidental.

Sacamos las zapatas del blíster y vemos que son bastante sencillas, con una parte de goma y otra parte metálica donde van las arandelas y tornillo para fijarlas en la bicicleta:

En las fotos anteriores vemos que en el lateral de la zapata aparece el texto «WEAR LINE», o línea de desgaste, que indica cuándo es el momento de cambiarlas.

En la parte superior de la goma indica «FOR ALLOY» y «FOR ALUMINUM», ya que estas zapatas son válidas para llantas de aluminio y/o aleación:

Poco puedo añadir más que es un elemento tan sencillo como imprescindible en tu bicicleta.

No entiendo de este tipo de componentes, pero me dio la sensación de que la fabricación es muy buena y parecen sólidas y resistentes. Las instalé en la bici sin muchos problemas y desde hace meses llevan haciendo su papel sin problemas.

Ingesta de cerveza Tripel Karmeliet (el 15/02/2020)

Un amigo me regaló esta botella de cerveza belga que había visto en algunas tiendas y cuyo nombre me había llamado la atención.

La cerveza viene en una bonita botella de color negro sin etiquetas. Todo la información e imágenes están directamente serigrafiadas en el cristal:

Como se ve en las fotos anteriores, tiene un frontal bastante colorido con una bonita escena campestre.

La botella tiene un montón de texto (en varios idiomas):

En el texto que tiene nos indica que es una cerveza elaborada y embotellada en Bélgica. También nos dicen que es rubia, suave y afrutada y que la elaboran con 3 cereales: trigo, avena y cebada. Nos explican que para hacer la cerveza siguen una receta del siglo XVII del antiguo monasterio carmelitano de Dendermonde. La segunda fermentación se hace en la propia botella. El grado de alcohol por volumen es del 8.4%.

El tapón que lleva es del estilo de los de las botellas de cava y creo que es debido a que tiene bastante gas (es de alta fermentación) y de esta manera se mantiene a raya la presión:

Una vez vertemos la cerveza en el vaso comprobamos que tiene un bonito color dorado como corresponde a la descripción de una cerveza rubia, tal cual se indicaba en la botella:

Vemos que tiene una espuma muy blanca y bastante ligera. Efectivamente, como se indicaba en el texto el sabor es afrutado y bastante suave. Pese a ser una botella de 75 cl se bebe con mucha facilidad por una única persona.

Me ha gustado mucho porque me ha resultado bastante refrescante pese a su alta fermentación y no es nada pesada.

Segunda cata de LE BERRETE (el 07/02/2020)

Me da hasta miedo pensar en el tiempo que hace que no publico nada en el blog… Estos tiempos pandémicos hacen que te apetezca más dedicar el tiempo libre a las cosas que verdaderamente importan. El mantener este blog, que empecé a modo de cuaderno de bitácora hace ya unos años no es precisamente una de mis ocupaciones principales…

El caso es que voy a dejarme de rollos y escribir ya la entrada de hoy.

A principios de este año elaboré una tanda de cerveza casera usando un kit que comenté en la entrada Kit Cervezanía – 07/01/2018. La cata de la primera botella no fue demasiado buena, ya que debido a un fallo que cometí en el enchapado, el gas se había escapado. La entrada de la primera cata es esta: Primera cata de LE BERRETE (el 31/01/2020)

Para probar la segunda botella de mi cerveza casera elegí una de las que llevaban un tapón hermético reutilizable, que puede verse en la siguiente foto:

Esta botella era la numerada con el 12 de la serie de 12 botellas.

Al abrir el tapón se oyó un sonoro «plop» que indicaba que el gas se había quedado bien cerrado dentro de la botella, así que esperaba que el resultado fuera una cerveza al menos decente. Tras vaciarla en un vaso me encontré con esto:

Como puede verse en la foto, ¡fue un éxito total! La cerveza tenía un precioso color ámbar claro, una gasificación bastante potente y una espuma ligera y muy blanca.

Al probarla mi primera sensación no pudo ser mejor, ya que la encontré con bastantes matices, un nivel de amargor ligero y un sabor que duraba bastante en el paladar.

Estoy muy satisfecho de esta primera tanda de cervezas y, si no hubiera sido por el fallo que cometí con el enchapado, creo que en general habrían salido todas igual de bien.

En las sucesivas semanas fui trasegando todas las botellas, incluso las desgasificadas. Por supuesto, estaban mucho más buenas las que tenían el tapón hermético, que parecían una cerveza «de verdad».

Recomiendo a todos los amantes de la cerveza que alguna vez hagan la prueba con uno de esos kits, ya que es una experiencia curiosa, entretenida y, si todo sale bien, satisfactoria.